viernes, 17 de diciembre de 2010

Un minuto de silencio por aquellos que han perdido la ilusión.


...Para mí, la ilusión es un sentimiento, incomprensiblemente, presente y constante en mi vida. Sin ella no quisiera seguir adelante. La ilusión hace que tengas planes y, en consecuencia, motivos por los que vivir. Abarca cualquier ámbito, mezclándolos incluso.

...Digo que es incomprensible que me siga acompañando porque no puedo explicarme como, después de cada tropiezo, sigo siendo tan ilusa que me vuelvo a levantar. He de decir en mi defensa que lo hago con cautela, pero me levanto y sigo caminando aun sabiendo perfectamente que ese no es el camino más agradable. Pero sí el que me va haciendo más fuerte. Y es que, si sabes que te vas a caer, tienes la opción de prepararte. La caída es dura e inevitable, pero la forma en la que la afrontas marca la diferencia entre debilitarte o fortalecerte.

...Es por eso que me encanta seguir manteniendo la ilusión ya que, si ella, nunca me volvería a levantar y, en consecuencia, no tendría la oportunidad de levantarme y enfrentarme al siguiente obstáculo, fuerte y decidida.

...Hace años me di un batacazo impresionante y me dije a mí misma “nunca más”. Y lo conseguí… hasta hace apenas un par de meses. Volvió a aparecer en mi vida como un soplo de aire fresco dispuesto a demostrar que quería enmendar los errores cometidos. Y puede que dijese la verdad. Pero, como ya es bien sabido, la gente no cambia (si acaso evoluciona, pero nada más). Me convencí de que sí, merecía la pena intentarlo. Afortunadamente, todo este tiempo no había pasado en vano y había conseguido vivir experiencias suficientes como para andarme con pies de plomo y no entregarme de lleno con los ojos cerrados y el corazón abierto.

...Pero aún así me tiré a la piscina… y el socorrista a veces venía y otras no. Un día parecía que quería nadar conmigo cruzando cualquier mar, y otro me quedaba sola en aquellas aguas, flotando a la deriva. Los días pasaron y el socorrista ya no apareció más. Pero, a pesar de ser consciente de la realidad, sigo manteniendo la ilusión. Llamadme ilusa, si queréis; pero no pretendáis quitarme esa luz que hace que me vuelva a levantar. La necesito.

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.........."Déjame esperarte aunque no vuelvas"

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miércoles, 24 de noviembre de 2010

Queridos Reyes Magos

...Me llamo Leeloo y tengo 25 años. Como ya se van acercando estas mágicas fechas tan señaladas, me gustaría haceros partícipes de mis deseos. La gente dice que la Navidad es un momento de esperanza, de soñar, de creer en los milagros. Para alguien que hace tiempo que dejó de creer en el Todopoderoso y en la Vida Eterna, el espíritu navideño es un concepto extraño. Sin embargo, hay algo dentro de mí que se resiste a dejarlo escapar.

...En primer lugar, quiero daros las gracias porque, a pesar de la oscura sombra que me envolvió hace un año, enviasteis momentos felices que me ayudaron a escapar. Aun así, el asunto no está resuelto; sino que ha ido desencadenando situaciones y sentimientos muy difíciles de sobrellevar. Este 2010 ha estado lleno de experiencias diversas, buenas, malas, desconcertantes y sorprendentes, que me han hecho reaccionar más si cabe. Ha habido momentos muy duros, pesadillas de las cuales no veía la forma de despertar. Sin embargo, incomprensiblemente, la peor de ellas fue la que mejor sobrellevé. Quizás porque nos lo esperábamos, y eso hace que estemos más preparados. ¡Qué duro fue verte partir!

...Aquel suceso dejaría a la altura del barro los disgustos y preocupaciones habidas y por haber… ¿o no? Le doy vueltas a la cabeza y se me sigue encogiendo el estómago al recordar ese aciago día de abril. ¡Cómo lloré! Me sigue revolviendo por dentro. Al final resultó que logré escapar y confirmar lo que ya sabía: que mi corazón pertenece al mundo, y no soporta que le digan lo contario.

...¿Y por qué me enviasteis aquella bruja malvada, que no me dejaba vivir? Debo confesar que estoy orgullosa de cómo llevé aquel asunto (a pesar de que ella ganase) ya que, en la medida de lo posible, le paré los pies. Y lo hice sin trampas. ¡Chúpate esa, vieja zorra! Creo firmemente en la Justicia Poética y sé que algún día tendrás lo que te mereces, pues las personas como tú no pueden acabar de otra forma.

...Tampoco podré olvidar cómo hicisteis que mi vida pasase ante mí durante aquellos largos y angustiosos minutos de agosto. “Imposible” era la palabra que me repetía una y otra vez.

...365 días dan para mucho. Me han permitido viajar bastante y muy lejos (tanto física como emocionalmente), conocer gente nueva a la que he querido y de la que he aprendido muchísimo (See you next year!!) pero, sobre todo, me han permitido reír y disfrutar, redescubrir personas y sentimientos que creía olvidados. ¡¡Mil gracias!!

...Es curioso cómo, cuando tomas la decisión de seguir adelante aun sabiendo que vas a encontrar un obstáculo detrás de otro, la vida se ve de otra forma. La actitud es muy importante. Pero primero hay que conocer la posición que ocupamos, para poder actuar en consecuencia. Yo decidí que quería vivir, pero no como un alma en pena, sino feliz. Sin embargo, hay que aceptar que la felicidad no es un estado permanente, sino que son momentos puntuales en los que te llenas de alegría y amor, recargando las pilas para enfrentarte a cualquier situación o persona que se te ponga por delante.

...¡¡Qué fácil es la teoría y qué difícil la práctica!!

...Así que, para este año 2011, me gustaría que me trajeseis esperanza y fuerzas para afrontar los malos momentos, que para experimentar la felicidad, el amor, y los buenos momentos ya estoy preparada.

...Un beso muy grande;

Leeloo

jueves, 1 de julio de 2010

Sin Rey... ¡¿ ya no hay Princesa ?!

......Reconozco que la primera vez que lo leí me arrodillé ante estas palabras, cargadas de amor y sentimiento. Pero no. Una vez asimilado el impacto del mensaje, enseguida me di cuenta de que no: una Princesa siempre es una Princesa. No se necesita Rey, Reino ni Príncipe Azul. Una Princesa puede vivir en una humilde casa y no en un palacio, puede llevar vaqueros y olvidarse del vestido rosa y los zapatitos de cristal. No tiene problemas a la hora de dormir en un autobús o en un tren, y mucho menos porque haya un guisante debajo del colchón. Nadie puede hechizarla porque no es una niña estúpida cuya única salida es el beso de un apuesto caballero. Tampoco los sapos se convierten en príncipes, sino que siguen siendo sapos (a veces disfrazados...). Algunas tienen Hadas Madrinas. Otras no. Lo que está claro es que una Princesa sabe que es una Princesa porque hay algo en su interior que no puede evitar sentir. Es verdad que hay personajes en sus vidas que se lo recuerdan continuamente y que, cuando ya no están, ellas pueden dudar. Pero sólo un momento. Además, siempre habrá dragones y brujas acechando, intentado que las Princesas pierdan su fuerza. Pero es imposible, ellas siempre salen ganando, fortaleciéndose. Llora princesa. Llora todo lo que quieras y cuando quieras. Pero, por favor, no olvides nunca que eres un PRINCESA. Cuando te recuperes de cada golpe; sonríe, canta y baila. Porque eso es lo que hacen las verdaderas princesas: afrontar los golpes y salir fortalecidas, sonriendo y orgullosas.
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domingo, 21 de febrero de 2010

EL PIROPO MÁS BONITO


….El piropo más bonito que jamás me hayan dedicado fue emitido el pasado viernes de la boca de una niña de 6 años. Me pilló desprevenida y me quedé hipnotizada, tanto por su juventud como por su originalidad.

……-Leeloo, ¿te has mirado hoy al espejo?

……-No. ¿Por qué?

……-¡Qué pena! ¡Hoy no has podido ver lo guapa que eres!

¡¿Cómo no me va a gustar ser maestra?! Ese amor incondicional, ese derroche de ilusión… En el aula me siento a gusto, libre y completa. No lo puedo describir. Es como si estuviese en una burbuja dulce y cálida, segura e impenetrable. Una especie de castillo amurallado.